Envejecimiento cutáneo

El envejecimiento de la piel es un proceso que podríamos catalogar como de «muy complejo», ya que en el mismo influyen un amplio número de factores que podríamos agrupar en tres grandes capítulos: envejecimiento intrínseco, envejecimiento prematuro y envejecimiento hormonal.

• Envejecimiento intrínseco. Es el envejecimiento genéticamente programado, el cual es diferente para cada individuo. En el mismo se observan: piel seca y adelgazada, palidez cutánea, pérdida de elasticidad, acentuación de las arrugas de expresión y la reticulación cutánea, lentigo senil, atrofia del tejido conjuntivo y canosidad.

• Envejecimiento extrínseco o prematuro. Paralelamente al envejecimiento intrínseco, los efectos agresivos de nuestro entorno son responsables de un envejecimiento extrínseco. Los rayos ultravioletas, la alimentación, las enfermedades, el estrés, el tabaco, etcétera, entrañan alteraciones membranarias por producción de radicales libres, con las modificaciones siguientes: piel áspera, telangiectasias, arrugas y surcos profundos, anarquía pigmentaria y elastosis.

• Envejecimiento hormonal. A estas dos formas de envejecimiento se suma en la mujer no tratada por hormonoterapia sustitutiva, un envejecimiento hormonal que se traduce en signos característicos: xerosis cutánea (sequedad anormal de piel, membranas y mucosas), atonía, disminución del vello axilar y pubiano, disminución de las secreciones sudoral y sebácea, atrofia vascular y alopecia.

 

¿Podemos evitar el envejecimiento?

De forma evidente, la respuesta es no. Pero de una forma eficaz, sí podemos retrasarlo y tener una apariencia más juvenil y saludable simplemente no esperando a que empiecen a aparecer los problemas derivados del mismo. Se calcula que empezamos a «envejecer» a partir de los 25 años aproximadamente y, en cambio, esperamos a ver cómo aparecen las primeras arrugas o los primeros síntomas de flacidez para empezar a cuidarnos. Este es un error grave que nos fuerza después a someternos a tratamientos agresivos con los que no obtenemos los resultados que deseamos.

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¿Cuál es la mejor forma de prevenir y tratar el envejecimiento cutáneo?

La prevención y el tratamiento del envejecimiento cutáneo pasa por acciones muy sencillas, que están totalmente a nuestro alcance y que no suponen un gran sacrificio por nuestra parte:

• Mantener una dieta saludable rica en frutas y verduras frescas, incluyendo en la misma alimentos antioxidantes como aceites de primera presión (ricos en ácidos grasos poliinsaturados).

• Reducir o eliminar el consumo de alcohol y tabaco.

• Dormir 8 horas diarias.

• Practicar ejercicio físico evitando el sedentarismo.

• En la higiene diaria no utilizar detergentes agresivos y no ducharse o bañarse con agua excesivamente caliente (mejor por debajo de los 35°).

• Tomar el sol con precaución y evitar tomarlo en las horas de más insolación. Protegerse del mismo con factores de protección elevados debido a las condiciones atmosféricas actuales.

• Cuidar la piel desde edad muy temprana utilizando productos que impidan la deshidratación y aporten sustancias nutritivas y regenerantes.

• Cuando empecemos a notar en nuestra piel el paso del tiempo, la esteticista puede ayudarnos con tratamientos específicos y personalizados que mejorarán y frenaran su avance.